Aporía del movimiento: irse o quedarse, es lo mismo
Se me alargan los músculos cada vez que estoy sentado. Es como si me dijeran: allá nos vamos, lejos... sin tí, a cualquier sitio, excepto donde nos encontramos.
Lo raro es que, cuando les sigo, y corro detrás de ellos, noto cómo se me agarrotan, se empiezan a encoger y se vuelven cada vez más rígidos... como si quisieran que nos paráramos (ellos y yo: todos de nuevo sentados).
Escrito por Proteo a las 24 de Febrero 2004 a las 12:54 PM