El hombre que no afloja el arco no tiene por qué tensarlo
El hombre que se hace escuchar no tiene por qué gritar
El hombre que no dice que no no tiene por qué decir que sí
El hombre móvil no baila
El hombre libre no se libera
El entusiasta no se entusiasma igual
que Dios no se diviniza
ni el vapor se evapora
ni la piedra se petrifica
El hombre que no conoce ley no conoce excepción
El hombre soberano no desobedece
sino que manda sobre sí mismo
El hombre que no renuncia no clama venganza
El hombre-árbol no pide sombra
El hombre-fuente no pide agua
como el pájaro no exige alas
ni un pico ni un nido caliente
a la autoridad competente
El hombre-rey sonríe en la altura
aunque el hombre-rey suda
por la proximidad del astro-rey
El hombre duda
lo justo para asegurarse de que no se engaña
y después estipula por su cuenta
los términos precisos de su suerte
El hombre incuba en sí mismo
la larva de su muerte
con cada paso hacia la oscura
certeza de su tumba.
(1998)
Escrito por Proteo a las 23 de Marzo 2004 a las 11:24 AM