Lo que no crece, mengua
Lo que se detiene, o espera
en un puño apretado de niño fiero
antes de la papilla, o se difumina
(aire deshecho en el aire nuevo)
Lo que uno no da, se lo quita
a lo que aguarda en el repecho
de cables, de tubos y de venas,
bombeando la sangre coagulada
desde la tierra hacia lo abierto
Lo que no sobra, pero se invierte,
acrecienta la riqueza del que arriesga
su capital sin aval ni garantías
la aventura es siempre ciega
y se juega todo al cero
Lo que hay es una sombra apenas
de lo que puede haber, si se afirma
la lección antigua del cantero:
que es preciso picar piedra
para abrir la boca de las minas.