Realidad: la que existe
detrás de la muralla, detrás
del miedo que te hizo elevarla
(ayer mismo) entre ayes y ohes
los de tu recelo militante
y fiero.
Lucidez: la que se anuncia
en esta semilla que ahora entiero
en una tierra no arada
(no lo precisa: ella se atiene
dócilmente a su maternidad
henchida de futuro).
Conocimiento,
aprehensión, ortodominio:
los de mañana
que viene cargada la luz
y los presagios
de un viento clarificador.
No lo desprecies
en aras de tu saber
póstumo con lechuzas.
Que el pie, la mano
y tus ojos acceden sólo
al mundo que ya viene
(realidad) y no al polvo
(ilusión) que ya se va.