Sigo aquí, en estado de conato
siempre, irresuelto e indeciso
entre múltiples opciones anacrónicas.
Sigo apuntando buenas maneras,
perpetuo principiante en un mundo
ya consumado y en el que no creo.
Sigo en la brecha húmeda,
en la llaga efervescente, en el mar
de simas imposibles donde me esperan
cristales, formas coaguladas,
estados permanentes,
solidez, clausura.
En la inconstancia mientras tanto
persevero, estable
en mi volubilidad primaria,
impertérrito detrás
de mi vaivén sólo aparente:
yo con lo amorfo tengo un pacto
de preservación recíproca.