Dechado de carencias, soy
el epítome de las vías muertas:
los trenes que me recorren
acaban descarrilando, o toman
el primer desvío a la derecha
(lo recto se desvanece
en el túnel de la extinción).
Mina sobreexplotada, fuente
que se agota, acúmulo
de detritos varios: insinuación
del fin bajo múltiples formas.
El destino común del hombre
lo anticipo yo desmoronándome
por la pendiente de los descuidos.
Mírame bien.
Soy tu oscura
premeditación.