Eres una semilla en medio de la oscuridad y no sabes si creces hacia arriba o hacia abajo (TOM WAITS)
Eres un punto en el vacío más absoluto, pero estás rodeado de cosas que te agreden y defiendes. Eres una promesa que se ha formulado al revés de como debiera (la satisfacción, primero). Eres el furgón de cola de un convoy que descarrila justo en el trayecto que le llevaba directo al cementerio. Eres la última argolla en el cuello de la mujer-jirafa: la que la decapita. Eres el último exponente en el arte de la sandez transmutada en maravilla. Eres el capitán de un barco desvencijado que navega por aguas de todos y que reposta en puertos flotantes que no pertenecen a nadie. Eres la enroscadura por la cual tú mismo te desenredas (eso sí, de vez en cuando: el resto del tiempo lo vas quemando en inútiles empresas condenadas al fracaso). Eres el surtidor de una gasolinera cerrada por vacaciones: el camión-cisterna ha llegado y no sabes qué hacer. Eres la divagación canalizada por años y años de práctica en la dura disciplina del delirio. Eres la imposibilidad de mantenerse quieto, petrificada en un gesto de cambio constante. Eres el párpado que se levanta cuando quiere y desciende cuando lo abaten. Eres la correa de transmisión con granos de arena gruesa en el engranaje: todo se detiene cuando se interpone la materia de por medio. Eres el fluido humano en su estado de magma evanescente. Eres la botella medio vacía cuando la están llenando y medio llena cuando la están vaciando (a no ser, claro, que ya te la hayas bebido, impaciente como eres por naturaleza). Eres el atajo más largo entre dos puntos alejados entre sí apenas un par de pasos. Eres la contradicción encarnada en forma de afirmación pura y sin matices. Eres el no lleno de mañanas aún por florecer. Eres la espera. Sólo por eso vale la pena este sacrificio de vidas y pieles a las que renunciaste y que, tal vez, podrás endosarte de nuevo un día de estos
Escrito por Proteo a las 19 de Octubre 2004 a las 01:59 PM